EL GESTO Y EL FETICHE
Exposición colectiva internacional de arte.
Del 15 al 29 de junio de 2017.
Inauguración: 22 de junio a las 19h30. En la Galería Mamia BRETESCHE, 77 Rue Notre Dame de Nazareth, 75003. Paris.
ARTISTAS:
EL TIEMPO FETICHE
Por Sara Malinarich
Curator
“El gesto y el fetiche” es la última exposición colectiva de la temporada 2016-2017 de Silpa Art. La mayor parte de las obras son figurativas. Desde los personajes ilustrados por Marcelo Parmet, hasta un realismo que nos recuerda la obra de Eugene Carriere en los lienzos monocromos de Ximena Cousiño.
Los 5 artistas que participan, entre ellos la escultora Marcela Yaconi y la escritora y fotógrafa Lu de Rozas, abren numerosas interrogantes sobre el tiempo, el objeto y el deseo. En el universo de la obra, la representación se establece a partir de una mirada selectiva y a continuación la ejecución y con ella el gesto. Por ello, en la muestra estos artistas no buscan al fetiche en su dimensión ni religiosa ni sexual. No hace falta, porque el espectador encuentra al fetiche del artista en cada objeto, tema o sistema representado.
La palabra fetiche viene del término portugués “feitiço”, que significa “hechizo”. Y aunque el término fue dado a conocer en Europa por Charles de Brosses (1757) en el contexto de los dioses fetiches, ¿no existe acaso una dimensión fetiche por todo aquello que llevamos a la representación?.
Las 20 obras de la muestra abren un pasaje hacia la mirada activa del espectador, ofreciendo las claves del paisajes y los ritos fetiches donde el acto de crear se vuelve también culto. En el rito, el tiempo y el espacio entran en el mundo de lo primordial. Así sucede con las fotografías de Lu de Rozas, que capturan escenas de pagana religiosidad en fiestas del folclor chileno (San Pedro de Atacama, fiesta de la virgen del Guadalupe). Sin embargo, en su fotografía el hechizo no está en el dios fetiche. Lo que ha hechizado a la artista es el tiempo arquetípico de la fiesta (illo tempore).
Pilar Ovalle nos remite al tiempo circular con su escultura “Circuito de base”, cuyo diámetro de 150 cm expresa un mundo contenido en el aire de la obra. De manera muy concreta y al mismo tiempo etérea, el ritmo de sus piezas se encuentran en estado natural. Ovalle busca en sus esculturas una relación que transita entre las dualidades de la naturaleza y el alma.
Los grandes formatos de Carlos Araya también esconden a un personaje fetiche, al que traslada de obra en obra equilibrándolo en el tiempo. Así, de una forma más enigmática y sutil los paisajes de Araya, pintados en óleo sobre tela y tinta china sobre papel, evidencian a ese sujeto. Dicho personaje yace en sangre y muchas veces sólo observamos su huella, apenas una mancha roja con un cuerpo ausente.
Las esculturas de Marcela Yaconi están envueltas en la trama. Escenas con objetos aumentados gracias a la escala de su obra: Figuras pequeñas montadas en la piedra. Para la artista, su obra da cuenta de la presencia a través de múltiples caracteres. Los personajes establecen relaciones y entre ellos van proponiendo su propio mito, enigmas y atributos.
Cierra la exposición la artista Ximena Cousiño. Sus obras en carbón sobre yute miden las luces máximas a la altura del fondo de la tela; no hay grandes contrastes sino cierto crepúsculo que tiñe el ambiente de evocación. La bruma, los fantasmas, los bosques y sus hechizos. Leños que son a veces árboles y que a veces ponen cercos al mar. Y entre todos estos gestos y neblinas frotadas en el yute aparece una parada de bus y junto a ella la animita.
Paris, 8 de junio de 2017